Ubicado en Nubia al sur de Egipto, en la ribera occidental del Lago Nasser, es un emplazamiento de gran interés arqueológico que se compone de dos templos excavados en la roca. Para evitar que desaparecieran bajo el agua al construir la Presa de Aswan, los templos de Abu Simbel fueron reubicados entre 1964 y 1968 en una colina artificial. Compitiendo en belleza y espectacularidad con las mismísimas Pirámides de Giza, Abu Simbel es una de las construcciones más espectaculares de Egipto. El complejo está compuesto por varios edificios entre los que destaca especialmente el Templo de Ramsés II, un auténtico símbolo de Egipto gracias a su impresionante fachada compuesta por cuatro estatuas de 20 metros de altura que se tallaron directamente sobre la roca. En su interior enormes salas decoradas con frescos conservados a la perfección envueltas por estatuas colosales, dan paso a diferentes salas de menor tamaño en un viaje tan artístico como místico.Justo al lado se encuentra el Templo de Nefertari, la primera esposa y preferida del faraón. De tamaño inferior pero similar belleza, la fachada de este templo cuenta con seis figuras talladas en la roca y su interior tampoco tiene nada que envidiar al del templo principal.Abu Simbel es un testimonio duradero del ingenio y habilidad de los antiguos egipcios. Asimismo, una muestra de su profunda conexión con lo divino. Sin duda, es uno de los tesoros más valiosos declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.