Esta ciudad es un destino costero popular entre los viajeros. Su playa, de gran belleza, se extiende varios kilómetros hacia el sur, donde los fuertes vientos alisios la convierten en el lugar perfecto para practicar surf, windsurf y kitesurf. Los fuertes de la ciudad vieja son una mezcla de arquitectura militar portuguesa, francesa y bereber, y su solidez le confiere un poderoso misticismo. Su medina fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001.