Es la ciudad más grande y el principal centro cultural del norte de Tailandia, y la segunda ciudad más grande del país. Se ubica entre algunas de las montañas más altas del país, en la ribera del río Ping, el afluente más importante del río Chao Phraya. En los últimos años se ha convertido en una ciudad cada vez más moderna, aunque carece del lustre cosmopolita de Bangkok. Cuenta con muchas atracciones para los millares de turistas que la visitan, especialmente de carácter cultural, que incluyen 300 templos budistas. Su importancia histórica viene de su importante localización estratégica en una antigua ruta comercial, la ciudad fue un importante centro en la producción de artesanías como paraguas, joyería (particularmente de plata) o esculturas talladas en madera.