La gran ciudad portuaria de Esmirna está situada en el litoral turco del mar Egeo. Su situación al fondo del golfo de Izmir le ha hecho jugar un papel destacado como puerto comercial y como punto de encuentro de pueblos de diferentes orígenes. Fundada hace casi 30 siglos por pueblos de origen helénico, fue una de las ciudades más importantes de la Liga Jónica, la alianza de ciudades griegas en Anatolia y las islas cercanas. A partir del año 1600, se convirtió en un puerto libre y en el centro del comercio en el Mediterráneo oriental. Su importancia se multiplicó tras la alianza del Imperio Otomano con Francia, lo que atrajo mercaderes franceses, armenios, judíos, griegos, genoveses y venecianos. Se convirtió en la ciudad más cosmopolita del citado imperio, donde los residentes extranjeros gozaban de oportunidades económicas, privilegios políticos y libertad religiosa. Toda esta rica historia, llena de influencias de diferentes culturas a lo largo de muchos siglos, ha permitido que en 2020 haya sido incluida en la lista tentativa del Patrimonio Mundial de la UNESCO como Ciudad Portuaria Histórica.